La montaña de Sorte está ubicada cerca de Chivacoa, en el Estado Yaracuy. En el sitio se venera a una diosa indígena, culto local venezolano, conocida como María Lionza y es muy visitado por los peregrinos en Semana Santa.
María Lionza, considerada en el mundo del espiritismo la reina de las cuarenta legiones, formadas por diez mil espíritus cada una, es quien preside el altar. Junto a ella se coloca a Guaicaipuro, cacique que luchó valientemente contra los conquistadores españoles en el valle de Caracas y líder de la Corte Indígena; y a Negro Primero, el único negro con rango de oficial en el ejército de Bolívar, quien dirige la Corte Negra.
Pero está montaña no solamente es visitada por peregrinos; si no también por toda clase de brujas, hechiceros, mediums, shamanes, adivinadores, y muchas personas curiosas, que desean hacer alguna petición. Aunque sólo sea por aprovechar la gran cantidad de energía que fluye por la montaña, y no por venerar a María Lionza, y esto, hace que este enigmático lugar cada día se llene más de energías negativas y espíritus malignos... Y la montaña de la Sorte pase a ser de un lugar de luz, a uno sombrío, lleno de fantasmas malignos y malos augurios. Exiten cientos de relatos de personas que han visitado la montaña, y que han visto como otros parecen ser poseidos por entes; y gente deambulando sin rumbo por la montaña como encerrados en ella, atrapados por algún maleficio.