jueves, 30 de julio de 2009

CRIPTOZOOLOGÍA: UN YETI EN VENEZUELA

En el año 1920, en la jungla de Maracaibo se encontraban cuatro hombres débiles y desesperados, sobrevivientes de una expedición de veinte europeos que se internaron en las aguas del rio Catatumbo tres años antes. Los dieciséis hombres restantes murieron víctimas de la fiebre, el paludismo, o de las flechas envenenadas de la tribu indígena Motilón, conocidos también por los indígenas Barí. Uno de los cuatro sobrevivientes, el geólogo Doctor François de Loys, llevaba consigo una increíble y enigmática fotografía, que causaría polémica y debates interminables entre los geólogos de todo el mundo durante cincuenta años.

Es en la siguiente foto, donde podemos ver el extraño simio, nunca visto anteriormente por ninguno de los geólogos de aquella peligrosa expedición, en las orillas del Catatumbo, amenazados por los salvajes indígenas.


Esta criatura fue bautizada por otro inminente geólogo francés, el doctor Montandon, como el “Ameranthropoides loysi”, y él creía fervientemente en la autenticidad de la fotografía

El rival de François de Loys, al otro lado del canal, Sir Arthur Kid, denunció los hechos cómo un fraude, y se burló con ironía del diario London News del relato que hizo de Loys cuando fueron atacados por criaturas que a primera vista clasificaron como osos, ya que eran del tamaño de un oso y estaban cubiertos de pelo, y entre aullidos inhumanos tomaron ramas y excremento para arrojarles, Loys gritó a sus hombre “¡Fuego!” y ellos tirotearon contra aquellos extraños animales, de los cuales uno huyó cojeando, pero el otro, quedó inmóvil en el suelo, muerto. Sir Arthur aseguró que se trataba de un simple mono araña suramericano al que le había cortado la cola.

George Montandon, el médico suizo cuya curiosidad científica lo acercaría a la geología, la antropología y otro montón de ciencias sin aparente orden o conexión, ayudó a de Loys e hizo un experimento para confirmar la autenticidad del extraño animal y demostrarle a Sir Arthur que no era ningún fraude. Montandon utilizó una caja de hojalata usada para envases de petróleo idéntica a la que se veía en la foto para hacer dos fotografías, en una, aparecía un mono araña común, y en la otra, un hombre sentado en la caja, colega de Montandon, y con comparó el tamaño del simio extraño con el mono araña común, y este resultó ser de menor tamaño; pero comparado con el del hombre, se confirmó que el Yeti era de más de medio metro de altura. Para Montandon, fue concluyente.

Avistamientos de humanoides en América del Sur no son ninguna novedad. En 1769, el naturalista Edward Bancroft encontró que las tribus indígenas suramericanas creían en uno que vivía en la selva, medía alrededor de un metro y medio, caminaba erguido, y estaba cubierto de pelo negro. Años más tarde, en 1876, el explorador británico Charles Barrington Brown describió uno llamado el Didi. Este era un tipo de hombre salvaje que vivía en la Guyana Inglesa, y que -al igual que el hombre de Bancroft- caminaba erguido y tenía el cuerpo cubierto de pelo. En las noches, relata Bancroft, podían escucharse sus gritos a kilómetros de distancia y una vez, había sido capaz de reconocer sus huellas. Pero desde entonces, no se ha sabido sobre más avistamientos de simios extraños que pudieran reivindicar o destruir la teoría de Montandon, así que aún, quedará la interrogante. Tal vez todavía vivan aquí, en la selva amazónica venezolana, o ya se hayan extinguido a causa de la mano del hombre.


jueves, 18 de junio de 2009

LUGARES MISTERIOSOS: LA MONTAÑA DE SORTE


La montaña de Sorte está ubicada cerca de Chivacoa, en el Estado Yaracuy. En el sitio se venera a una diosa indígena, culto local venezolano, conocida como María Lionza y es muy visitado por los peregrinos en Semana Santa.

María Lionza, considerada en el mundo del espiritismo la reina de las cuarenta legiones, formadas por diez mil espíritus cada una, es quien preside el altar. Junto a ella se coloca a Guaicaipuro, cacique que luchó valientemente contra los conquistadores españoles en el valle de Caracas y líder de la Corte Indígena; y a Negro Primero, el único negro con rango de oficial en el ejército de Bolívar, quien dirige la Corte Negra.

Pero está montaña no solamente es visitada por peregrinos; si no también por toda clase de brujas, hechiceros, mediums, shamanes, adivinadores, y muchas personas curiosas, que desean hacer alguna petición. Aunque sólo sea por aprovechar la gran cantidad de energía que fluye por la montaña, y no por venerar a María Lionza, y esto, hace que este enigmático lugar cada día se llene más de energías negativas y espíritus malignos... Y la montaña de la Sorte pase a ser de un lugar de luz, a uno sombrío, lleno de fantasmas malignos y malos augurios. Exiten cientos de relatos de personas que han visitado la montaña, y que han visto como otros parecen ser poseidos por entes; y gente deambulando sin rumbo por la montaña como encerrados en ella, atrapados por algún maleficio.


lunes, 15 de junio de 2009

OBJETOS ENIGMÁTICOS: EL RELOJ DE GÜIGÜE

En la Plaza Ávila de la población de Güigüe, perteneciente al municipio Carlos Arvelo en el Estado Carabobo se encuentra un antiguo reloj, genuino y auténtico monumento, como los relojes públicos de Caracas, traídos durante los gobiernos del General Antonio Guzmán Blanco y Joaquín Crespo.
Este reloj de Güigüe era utilizado para medir el tiempo a las personas que recogían café de la producción sureña de Copetón, Santa Efigenia, Altamira y las Palmas. Muchos lugares aseguran que este reloj fue testigo de las vivencias de Don Antonio Pimentel y el General Juan Vicente Gómez, durante sus estadía en la Hacienda el Trompillo, una de sus tantas propiedades; al morir el General Gómez, el reloj fue trasladado a la plaza Ávila de Güigüe totalmente descompuesto, allí fue reparado y marcaba las horas parroquiales del pueblo; hay quienes dicen que la persona que lo reparó murió a los pocos días, luego un hombre de origen italiano de nombre Salvador Consoli, fue operario de dicho reloj y cuando abandonó este oficio y se marchó para su tierra natal, a los pocos días dejó de existir, después un señor de nombre Andrés Mijares, a quien llamaban “Chipia” murió luego de reparar el reloj. El casó más reciente de los operarios del aparato fue el conocido maestro de esa localidad, Juan Lorenzo, quien se atrevió a poner a funcionar el reloj y al poco tiempo murió en Valencia.

Desde entonces se corrió la Leyenda del reloj maldito en toda la región central de Venezuela, de que aquel que repare “El Reloj de Güigüe”, morirá en poco tiempo.

OVNI ESFÉRICO EN LA AUTOPISTA… Y EN LA PLAYA

Una tormentosa noche un hombre que conducía por la Autopista Guarenas – Guatire, a la altura del Centro Comercial Buenaventura, en el estado Miranda, al centro-norte de Venezuela, se encontraba estancado en el asfalto por el enorme tráfico de aquel sitio, mientras grababa con su teléfono móvil unos relámpagos espectaculares que alumbraban por momentos el oscuro cielo vislumbró a los lejos una o dos esferas resplandecientes que volaban entre aquella llovizna, pero, para su sorpresa, un instante después estás misteriosas esferas son impactadas por un relámpago que hace que desaparezcan al instante. Cabe destacar que en esta autopista no hay edificios ni ninguna gran estructura cerca del lugar que pudiera tener algún pararrayos con el que pudiera chocar el relámpago.


(OVNI antes de impactar con el relámpago. El fotograma es de muy poca resolución por haber sido capturado en un teléfono móvil)

(El relámpago pasa de un blanco azulado a un violeta pálido al impactar con el OVNI, que aparentemente desaparece un segundo después del choque)

Un objeto muy similar al de los dos anteriores fotogramas del OVNI en la tormenta es capturado en una fotografía tomada por un Sargento de la Armada Venezolana cuando se encontraba en una playa en la localidad de La Zorra, en el estado Vargas, mientras sacaba una foto a un grupo de niños sentados en rocas en las orillas de la playa. Según su testimonio al tomar la foto no se percató de lo que había en el cielo, pero cuando descargó la foto esa misma noche en su computador, pudo ver asombrado, el OVNI mostrado continuación:

(Esta extraña “nave” se encontraba en el cielo de la playa, compuesta por dos esferas. Parece ser de igual apariencia a la del video grabado en la autopista Guarenas – Guatire en el estado Miranda)